Gestión de síntomas
Esta es una enfermedad crónica y difícil de tratar, pero debemos aspirar a tenerla estabilizada, evitando entrar en el círculo vicioso de manifestaciones-estrés, que nos puede llevar a la desesperación.
Pueden agravar los síntomas
- Alimentos y especias picantes, comidas y bebidas muy calientes.
- Bebidas alcohólicas, estimulantes, tabaco.
- Vapores al cocinar, en la ducha...
- Cambios brucos de temperatura.
- Aspectos psicológicos como estrés, agobios, obsesiones...
Pueden aliviar los síntomas
- Fotoprotección solar a diario, reaplicando periódicamente.
- Equilibrar la función barrera de la piel.
- Mantener un buen estado de ánimo y la mente ocupada.
- Acudir a profesionales especialistas para un diagnóstico y tratamiento adecuado y personalizado.

Dolor

Inflamación

Ardor

Flushing

Telangiectasias o cuperosis

Picor

Sequedad

Pápulas / Pústulas

Deshidratación

Trastornos oculares

Nariz bulbusa y enrojecida

Erupciones cutáneas
Higiene
- Con agua tibia.
- Evitar roces, fricciones y tejidos ásperos. Usa muselinas suaves.
- Secar a toques.
- Mantener el cuidado y limpieza en tu rutina cotidiana.
Ocio
- Practica deporte regularmente con una intensidad adecuada.
- Respeta las horas de sueño y el tiempo de descanso.
- Intenta mantener la hidratación.
- Asimila que los cambios climáticos no se pueden controlar.